miércoles, 6 de marzo de 2013

SINDICATO DE LA UNIVERSIDAD INTERCULTURAL DE CHIAPAS

A las autoridades correspondientes A la comunidad Universitaria A los pueblos originarios A las organizaciones sindicales A la comunidad académica nacional e internacional y público en general Somos tsotsiles, tseltales, ch´oles, zoques y mestizos del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Intercultural de Chiapas (SUTUNICH), en conformación, desde 2011 comenzamos a reunir las voces y los sentires de los y las docentes. Tras la renuncia del Dr. Andrés Fábregas Puig a la Universidad, se solicitó al Mtro. Javier Alvarez Ramos, como nuevo rector, dar su lugar a las y los docentes de asignatura (más del 80% de la planta docente). Desde ese entonces construimos una agenda de trabajo con más de 14 puntos, de los cuales resaltamos algunos: 1) Retomar el eje transversal de fortalecimiento y revitalización de las lenguas indígenas; 2) Continuidad y mejora laboral de las y los docentes de asignatura y personal administrativo; 3) Creación de plazas de medio tiempo; 4) Modificación de la forma de contrato y eliminación de renuncia anticipada; 5) Ver a docentes de asignatura como parte de las academias, con derechos y obligaciones y 6) Formación y capacitación continua. Estas demandas fueron escuchadas por el actual rector y delegó al entonces secretario Académico Mtro. José Adriano Anaya para que se reuniera con nosotras y nosotros y poner en marcha la revisión de las propuestas. Sin embargo, la actitud déspota, racista, sexista y violenta de Adriano Anaya terminaron por entorpecer y frenar nuestro trabajo. Además, durante todo este tiempo de lucha, NUNCA se pronunciaron quienes ahora se dicen “defensores” del modelo educativo y de una educación que tenga en cuenta a los pueblos indígenas, ni se les ocurrió formar parte o apoyar a los y las docentes de asignatura, y tampoco se les ocurrió revisar y mejorar las condiciones laborales de dichos docentes, ya que en su calidad de Profesores de Tiempo Completo (PTC´s) tenían las mejores condiciones para hacer su trabajo (seguridad laboral, cubículo propio y decisión sobre sus horarios). Este grupo de docentes fueron beneficiados por Adriano Anaya con tiempos completos sin examen de oposición, cargos administrativos, viáticos, viajes al extranjero; optaron incluso por apuntalar a docentes de manera clientelar, asumiendo y pregonando de tener un posgrado y contactos desde lo local a lo internacional, y que estos factores eran lo más importante dentro de una universidad intercultural. Mientras, los y las docentes de asignatura de pueblos originarios y mestizos, además de dar clases, dirigen trabajos de titulación, elaboran programas de estudio, ayudan en las tareas de las academias, realizan eventos que resaltan la diversidad e interculturalidad y han contribuido en la conformación del plan rector de desarrollo de la universidad. Es hasta con la llegada de las nuevas autoridades (Rector y Secretario Académico) que se abre la posibilidad de trabajo con los pueblos originarios para que no sólo se “extraiga” y cosifique el conocimiento en eventos nacionales o internacionales, lo cual no contribuye directamente e institucionalmente al modelo intercultural, que fomenta desde la base educativa la revaloración de las epistemologías, las filosofías presentes en los pueblos originarios y el diálogo de saberes (otros conocimientos), propósito central del modelo educativo de nuestra universidad. A siete años de haber sido creada la institución, éste grupo de “defensores” del modelo educativo, no se ha interesado, ni molestado en aprender una lengua originaria (de las cinco lenguas que se enseñan en la universidad), al menos en el conocimiento de su gramática elemental, mucho menos en fomentar la ampliación del uso social de las lenguas originarias en los espacios académicos. Con ello se muestra el racismo sutil, pero interiorizado de dicho grupo. Con nuestro proceso organizativo se visibilizaron los vicios a los que estaban acostumbrados estos docentes durante la administración pasada. Una buena parte de ellos se les benefició otorgándose interinatos, descargándoseles de carga horaria y responsabilidades para culminar sus estudios de doctorado, percibieron beca CONACYT al mismo tiempo que cobraban de tiempo completo en la UNICH. En este sentido, ha sido imperante para ellos luchar por los privilegios que mantenían y en este momento al no contar más con su líder ven truncados, luchando por mantenerlos usando estrategias de difamación, violencia verbal y mediática para intimidar a los compañeros docentes y a las autoridades universitarias. Por esto desde inicios de 2011, comenzamos con la conformación del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Intercultural de Chiapas (SUTUNICH) para la defensa legítima de nuestros derechos laborales y la justa retribución a nuestro quehacer en la formación de los y las estudiantes. Actualmente se sigue el proceso de registro con más de 104 trabajadores agremiados de asignatura, profesores de tiempo completo y administrativos, que conjuntamente trabajamos en la mejora y la consolidación del modelo educativo intercultural de la UNICH. Los integrantes que lo conformamos somos de pueblos originarios y no indígenas en proporciones equitativas, nuestros objetivos como sindicato tienen coincidencias con el modelo educativo intercultural, y ahora el grupo, que se proclama “defensor” y que pide la destitución del Rector comenzó una lucha en nuestra contra boicoteando e intentando sabotear nuestro registro como sindicato, que es un derecho a nuestra autodeterminación. Por ello, cuando se refieren a nosotros como agrupación, usan términos peyorativos como que somos “el sindicato de los indios” y “que nos manipulan las autoridades, quitándonos autonomía y nuestra voz”. No, ellos no se han dado cuenta que hace tiempo nos hemos quitado la tutela. Esta manera de etiquetar resta credibilidad a quienes incluso hacen uso de conceptos como el “lekil kuxlejal” (buen vivir), concepto retomado para beneficio propio y académico, y continúan reproduciendo el racismo y colonialismo cotidiano que históricamente hemos vivido. Además, estas discusiones cosifican la temática para ganar reconocimientos y viajes, usando un discurso Pro-indigenista, resemantizado desde sus interpretaciones, que dista mucho de la realidad ya que ellos mismos denostan y tratan de minimizar al secretario académico actual porque es indígena. Ahora entonces vale la preguntarse: • ¿La postura que dicen tener es congruente? • ¿En realidad quieren un cambio para contribuir al modelo educativo o a sus bolsillos, ya que su demanda central es el “incremento salarial”? • ¿Tienen ellos compromiso con los pueblos indígenas o requieren el espacio para tener un buen salario? • ¿Quieren cambios en el sentido de laborar cuatro horas y cobrar de 40 mientras hacen sus doctorados al amparo de las relaciones de poder que tienen? • ¿Necesitan el espacio universitario para seguir publicando y arbitrándose entre ellos para así ampliar sus beneficios ante el Sistema Nacional de Investigadores? ya que han pervertido la finalidad de este programa, utilizandolo sólo para obtener beneficios económicos, olvidándose de su labor docente. • ¿Cuál es la bandera de lucha de estos sujetos que enarbolan en el facebook sus logros personales pero no hablan de sus compromisos comunitarios? • ¿Será acaso que les causa temor que los “subordinados” manifiesten abiertamente su voz y denuncien las actitudes de discriminación “sutil” y abierta de las doctoras y los doctores, a quienes no ostentan su mismo grado académico? Habrá que caminar mucho en la Universidad para verdaderamente trabajar por un espíritu de-colonizado y de-colonizador, desde el pensamiento, la actitud, las acciones y los “valores” para construir desde otros horizontes el conocimiento intercultural. “No basta con señalar que tan buenos somos y que bien le hacemos “al otro” (el que siempre ha sido el estudiado, por el que se justifican programas y recursos, o el que es tema de debates en los círculos de intelectuales), hace falta re-conocer a la otra y al otro, para descolocar las posiciones de poder, en las relaciones, jerarquías, hegemonías ideológicas y atacar las asimetrías económicas que son constantes de convivencia en los páramos de la interculturalidad”. MESA DIRECTIVA José Alfredo López Jiménez Edgar Pérez Martínez Presidente Secretario SUTUNICH Sindicato Único de Trabajadores de la UNICH Juntos en un solo corazón, Ta jun no’ox ko’ntontik tsobolitik, Ta junax o’tanil tsobolotik