el periodo el orbe denuncia que la PGJE miente en investigacion

A casi dos meses del fallecimiento del reportero de esta casa editorial, Noé Mejía López, la Procuraduría de Justicia del Estado, mintió a través de un boletín afirmando que el presunto responsable está en la cárcel. La noche de anteayer martes, la oficina de comunicación social de la PGJE, desde Tuxtla Gutiérrez, hizo circular un comunicado oficial en donde, asegura que “el responsable del accidente en el que perdió la vida el reportero, Noé Mejía López, enfrenta el proceso penal en su contra en el Centro de Reinserción Social para Sentenciados número 3 con sede en Tapachula”. El comunicado de la Procuraduría de Justicia, prácticamente es el mismo que hiciera circular el 22 de agosto pasado, once días después de la muerte del periodista, cuando EL ORBE exigió información a la Fiscalía de Distrito sobre el avance en la indagatoria sobre el caso de Noé Mejía López. Sería el Fiscal de Distrito en aquella fecha, Rogelio Estrada Hileria, a través del subdirector de averiguaciones previas, Reynerio Pérez, quien proporcionó a EL ORBE copias simples y borrosas de la averiguación previa 645/CO49-ZT2/2013 que inició el ministerio público aquel domingo 11 de agosto, cuando el reportero que viajaba en la parte de atrás de una motocicleta conducida por su amigo, Rigoberto Alegría Linares, fueron arrollados por un automóvil en una vía asfáltica de un tramo suburbano de esta ciudad. Periodistas de EL ORBE leyeron cada una de las más de doscientas fojas de la averiguación previa, descubriendo que la misma había sido mal integrada y con errores garrafales que hacían estimar la existencia de torcedura de la Ley para beneficiar al conductor del automóvil marca Nissan tipo Versa color rojo modelo 2013 sin placas de circulación. En la indagatoria se lee que el automóvil descrito, “es el involucrado en el percance”, y que solo portaba una constancia para circular sin placas, expedida por la Secretaría de Hacienda, a nombre de Doridelba Díaz Ramírez. Los periodistas de EL ORBE, ante el hermetismo de la PGJE sobre la identidad del conductor del automóvil y presunto responsable de la muerte de Noé Mejía López y de lesiones graves a Rigoberto Alegría Linares, se dedicaron a investigar y descubrieron que era Marvín Efraín López Aguilar, agente del Instituto Nacional de Migración. Ahondaron e indagaron que el agente de la Secretaría de Gobernación, prácticamente huyó del lugar en donde arrolló a los ocupantes de la motocicleta, dejándolos tirados en la cinta asfáltica y abandonado el vehículo. También averiguaron que tras huir del lugar del accidente, el agente de migración, al sentirse responsable, buscó la protección de la justicia federal, y ya con el Amparo, número 890/2013 del juzgado Tercero de Distrito en mano, se presentó ante el ministerio público a declarar hasta el martes 13. Los periodistas descubrieron que el conductor del vehículo, Marvín Efraín López Aguilar, mintió al ministerio público de que el día del accidente, viajaba con su esposa y sus dos hijas menores de edad y que “como se asustaron, las llevé a un sanatorio particular”. La clínica respondería por escrito después, que en su archivo no obra expediente alguno de que Marvín Efraín López Aguilar hubiera sido atendido el domingo 11 de agosto, ni los nombres que dio de su esposa e hijas. El agente del ministerio público que integró la averiguación, le da trato especial al oficial de la Secretaría de Gobernación, y escribió que “se presentó a declarar en forma voluntaria y narró que conducía el vehículo cuando “de repente” le salió la motocicleta y aun cuando frenó ocurrió el impacto”. No hizo constar el “amable” ministerio público, la ocupación o empleo del conductor del automóvil, ni tampoco que había tramitado un Amparo, y menos que el vehículo posee una póliza de seguro de cobertura amplia. El ministerio público, menos dijo que a los pocos días del accidente, ante el trámite de la Compañía Aseguradora, autorizó la devolución del automóvil “para su reparación y entrega a Doridelba Díaz Ramírez”. Apoyándose el MP en el peritaje de causalidad, hecho por personal de la dirección de periciales de la Fiscalía de Distrito, dictamen éste mal elaborado para beneficiar al conductor del automóvil, determinó que la responsabilidad del homicidio culposo del periodista, Noé Mejía López, era de Rigoberto Alegría Linares, conductor de la motocicleta en que viajaba el reportero. Como la luz de un rayo, el MP, sin más investigaciones y menos comprobando lo dicho por el conductor del automóvil, el agente de migración, Marvín Efraín López Aguilar, consignó la averiguación previa inculpando de todo al humilde trabajador, Rigoberto Alegría Linares. La averiguación previa 645/CO49-ZT2/2013 pasó al juzgado 3º del Ramo Penal y ahí le asignaron el número de expediente 271/2013, en donde antes de los tres días, le dictaron auto de formal prisión a Rigoberto Alegría Linares, como responsable del homicidio imprudencial de su amigo el periodista, Noé Mejía López. Alegría Linares, por su delicado estado de salud en el Seguro Social, en donde fue intervenido quirúrgicamente en vítales órganos, perdiendo algunos, no fue llevado al CERSS 3 sino que ahí encamado en el IMSS, el día 14 de agosto, le hicieron saber el auto de formal prisión. Entrevistado por EL ORBE, el lesionado narró que no pudo declarar ante el MP por su delicado estado de salud, y que dos sujetos, que después supo eran abogados, le habían hecho firmar en blanco algunas hojas. Que al saber que cuando fuera dado de alta del IMSS, sería trasladado a la cárcel, su esposa y uno de sus hermanos, pidieron prestado 75 mil pesos para depositarlo como fianza para estar en libertad y enfrentar el proceso. Agregó que junto con Noé Mejía López, aproximadamente a las 2:30 de la tarde de aquel domingo 11 de agosto, viajaban de regreso a la ciudad, sobre el tramo carretero suburbano frente a una empresa cervecera. “No bebo ni miento; soy cristiano; ese día íbamos en el carril y de baja velocidad, cuando de repente sentí el fuerte golpe y quede inconsciente no sé cuánto tiempo; al despertar estaba tirado desangrándome sobre la carretera y más allá Noé, la motocicleta y el carro color rojo”. Añadió que fueron llevados en una ambulancia al Seguro Social, y que al día siguiente supo que su amigo Noé Mejía López, había fallecido. Los periodistas de EL ORBE consultaron a peritos en hechos de tránsito, y éstos coincidieron, al acudir al lugar del percance, que el responsable habría sido el conductor del automóvil, porque metros antes en donde se registró el accidente, existe “un columpio” que no permitió ver al chofer del vehículo a los de la motocicleta. Y que el “derrape” de 35 metros, según el peritaje de la PGJE, es señal inequívoca de que el conductor del vehículo viajaba a una velocidad no menor a 120 kilómetros por hora y que por ello no logró frenar del todo. Fotografías del automóvil que conducía el agente de migración aquel domingo, analizadas por peritos, indican que golpeó por la parte de atrás a los ocupantes de la motocicleta, y que por ello el cuerpo de Noé Mejía López, cayó primero en el cofre y la cabeza en el parabrisas y luego “rebotó” al pavimento; de ahí el estallamiento de pulmón izquierdo y bazo del periodista. Sin embargo, con todo el cúmulo de pruebas de la responsabilidad del agente de migración, Marvín Efraín López Aguilar, por el homicidio culposo del periodista, de las lesiones de Rigoberto Alegría Linares y de los daños a la motocicleta, la Procuraduría de Justicia del Estado, lo ha arropado en un manto de impunidad y protección. Colegas del periodista, Noé Mejía López, y EL ORBE, al observar la torcedura de la Ley por parte de agentes del ministerio público y la corrupción en el personal de periciales, han exigido la intervención del gobernador, Manuel Velasco Coello, para que se haga justicia en el homicidio del reportero. La misma Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Procuraduría General de la República, han recibido sendos escritos de queja y denuncia, respectivamente, de periodistas, para que atiendan y resuelvan el homicidio del periodista, Noé Mejía López, y castiguen al responsable, así como a los servidores públicos que se han prestado para torcer la Ley./EL ORBE-La Redacción