miércoles, 18 de octubre de 2017

En un bar en alemania recolectan ayuda y construyen kinder en pijijiapan Chiapas, afectado pro el sismo

El médico Adrián Estrada tenía que verlo con sus propios ojos. Cuando llegó al ejido de Santa Virginia, a una hora y media de donde vive, el municipio chiapaneco de Pijijiapan, se dio cuenta que lo que había visto en las redes sociales era cierto: el sismo y las lluvias habían dejado a la comunidad en una situación crítica.
El 7 de septiembre el sismo de 8.2 grados que se originó en Pijijiapan derrumbó viviendas y un jardín de niños en el ejido de Santa Virginia: los árboles cayeron sobre los salones hechos con madera y techos de láminas y una barda se derrumbó; cinco días después, las lluvias ciclónicas dejaron a los ejidatarios, la mayoría pescadores, inundados.
"Lo que no terminó de tirar el terremoto, lo tiraron las lluvias", dijo el médico Adrián Estrada en entrevista con el HuffPost México.
El médico chilango, pero residente de Pijijiapan había visto en redes sociales el estado de destrucción en que quedó el kínder "Albert Bruce Sabin" al que asisten 41 niños chiapanecos en la comunidad de Santa Virginia. Sus contactos en Facebook y conocidos en la Ciudad de México le enviaron el dinero con el que compró 55 despensas para los afectados.
El sábado 19 de septiembre Adrián Estrada emprendió el camino de una hora y media por carretera y luego terracería de Pijijiapan hasta la comunidad. "(El ejido) estaba devastado. La gente estaba con el agua hasta las rodillas. Habitantes con enfermedades parasitarias con hongos, por las condiciones en las que vivían", relató.
Además, explicó el médico, muchos de los habitantes afectados se dedican a la pesca, por lo que con los dos fenómenos naturales además de sus viviendas perdieron sus empleos, que de por si eran modestos: 100 pesos al día para mantener en promedio a unas 5 personas.
"Percibí tristeza, bastante. Estaban desesperados porque la ayuda no llegaba. Habían pasado los de Cruz Roja pero solo les dejaron agua porque según esa era su única necesidad, pero ellos no tenían fuente de trabajo porque se dedican a la pesca y, por las condiciones climatológicas, se quedaron sin trabajo".
Las despensas se almacenaron en los salones que estaban en mejores condiciones y, luego, se fueron entregando a los habitantes de la comunidad. Platicando con los habitantes, Adrián supo que al ejido no había llegado ayuda municipal o estatal y que lo que más preocupaba a los ejidatarios era que los niños.
"Como la necesidad de los padres era que los niños entraran a la escuela, lo que decidimos hacer con el recurso que nos estaban enviando fue comprar material para reconstruir el kínder", dijo.
Las redes sociales fueron sus aliadas. De amigo en amigo y de voz en voz, la causa de la reconstrucción del kínder de la comunidad chiapaneca de Santa Virginia llegó a los oídos de Ana Carrillo hasta Frankfurt, Alemania.
La mexicana puso en el bar de su suegro en el que trabaja, en la ciudad alemana de Frankfurt, una "cajita mágica" de donaciones y se dedicó a explicarle a los alemanes la situación que vivían sus compatriotas en México tras los sismos.
Su primera idea fue reconstruir toda la escuela, pero la meta era muy ambiciosa: 250 mil pesos por tres aulas y la bardita, "pero lo vimos inalcanzable", dijo Adrián. Entonces establecieron una nueva meta: un salón que costaría 66 mil pesos y que reconstruirían un maestro albañil y los papás de los alumnos por grupos de cinco.
Con las donaciones de los alemanes y mexicanos, Ana Carillo y Adrián Estrada consiguieron 59 mil pesos para comprar los materiales. Este lunes, en coordinación con maestras y habitantes, comenzaron las labores de construcción del kínder con la intención de que con la pequeña aula puedan reiniciarse las clases.
En una de sus visitas al ejido, el médico Adrián Estrada habló con habitantes y maestras sobre la ausencia de ayuda por parte de las autoridades municipales y estatales.
Fue el 30 de septiembre cuando el líder del ejido, Amadeo Arreola Lorenzano, le pidió al médico grabar un mensaje en video sobre la situación en Santa Virginia y la poca ayuda que hay llegado.