En el archipiélago de las islas Marías, declarado área natural protegida desde el año 2000, se encuentra el único penal en el país que HABIA SIDO EJEMPLO de rehabilitación y readaptación social. La isla María Madre ha sido colonia penal desde principios del siglo XX, en ella se recluyeron a los más peligrosos criminales y presos políticos; sin embargo, despues fue un penal de alta seguridad con reos de baja peligrosidad, lo cual, sumado a la posibilidad de estar libre en la isla, trabajar y convivir con sus familias, favorece la readaptación y el deseo de los colonos por dejar atrás la delincuencia, sin embargo el pdte calderon retomara la politica del porfiriato al volvero una fortaleza para delincuentes peligrosos.
El Gobierno Federal quiere exiliar lo más lejos posible de México, en mitad del mar, en su última posesión antes de llegar al límite internacional y en aguas heladas, infestadas de tiburones, a capos del narco, secuestradores, multihomicidas y otros delincuentes de perfil peligroso
ahi fueron enviados 12 reos que permanecia en las instalaciones del amate en cintalapa chiapas, en los proximos dìas arribaran a la isla maria madre.
el presidente Felipe Calderón convertirá a las Islas Marías en una fortaleza en la que confinará, a más de 100 kilómetros de las costas nacionales, al menos a 10 mil 427 criminales de mediana y alta peligrosidad.
Un informe interno de la Secretaría de Seguridad Pública federal, precisa que el gobierno arrancará en septiembre la construcción de al menos 12 campamentos penitenciarios de distintos grados de seguridad en el mayor islote del archipiélago --la Isla María Madre--, en los que planea recluir a figuras del crimen organizado, entre otros delincuentes.
El proyecto de la nueva fortaleza penitenciaria haría de la Isla María Madre un islote de altísima concentración de reos por kilómetro cuadrado, al pasar su población de las 700 personas que actualmente la habitan --entre reos y guardias-- a poco más de 11 mil.
Los nuevos campamentos, cuyo costo ascenderá a 4 mil millones de pesos, serán construidos de forma tal que se encuentren alejados del actual centro de readaptación social de la Isla María Madre, en donde purgan sus condenas presos de baja peligrosidad, 150 de ellos con sus familias.
La inversión para la construcción de la nueva zona de penales se desglosará con un gasto inicial de mil 514 millones 924 mil pesos en 2009; 2 mil 306 millones para 2010; y 197 millones de pesos para 2011, año en el que se espera tener el centro penitenciario en
pleno funcionamiento.
La inversión en la Isla María Madre opaca, por mucho, el monto destinado a la construcción de los dos nuevos penales de seguridad máxima en el país, previstos para Papantla, Veracruz, y Guasave, Sinaloa, con un costo para el erario de 660 millones de pesos.
En su análisis, la SSP plantea que el nuevo conjunto penitenciario contará con dos áreas de segregación para internos de mediana peligrosidad y un centro para internos de alta peligrosidad, en el que se recluiría bajo máxima vigilancia a un número indeterminado de los 10 mil criminales que serán trasladados a la Isla María Madre.
"Adicionalmente, se incluye (en la construcción) equipamiento urbano, equipamiento adicional, rehabilitación y construcción de redes eléctricas, hidráulicas, sanitarias, telecomunicaciones, así como equipamiento de seguridad", se añade en el reporte.
Para quienes han sido enviados a las islas, las posibilidades de escape son mínimas: además de ser objeto de un riguroso control sobre el espacio aéreo que lo circunda, ninguna embarcación puede acercarse a 12 millas náuticas de las costas del archipiélago.
La Colonia Penal de las Islas Marías fue creada por decreto presidencial de Porfirio Díaz en 1905. Inicialmente sólo se enviaría a los peores criminales a purgar su sentencia en el archipiélago.
* En más de un siglo de operación jamás se ha registrado un intento exitoso de fuga del penal, que actualmente es vigilado, lo mismo por policías federales como por un destacamento de la Armada.
* Las Islas Marías están ubicadas a 112 kilómetros de las costas mexicanas y sólo es posible acercarse a ellas mediante permiso previo gubernamental, en vuelos o embarcaciones fuertemente vigiladas.
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