Sentados placidamente, cobijándose del sol del medio día que era arrullado por las corrientes de aire que enfriaban la Colonia Potinaspack, se encontraban un grupo de personas en las puertas de un deposito de vinos y licores, cuando un perro que pasaba por el lugar se asustó con el bullicio y atacó en el rostro a uno de los parroquianos.
El ataque fue voraz, súbito y lesionó la mejilla de uno de los bebedores asiduos, por lo que sus compañeros de copas solicitaron la presencia de paramédicos al tiempo de carrerear al perro para cobrar venganza, no obstante el escuálido perro se escabulló entre las perennes calles hasta perderse en las oscuras nueves de polvo que el viento levantaba.
El hecho ocurrió el día de ayer en la colonia Potinaspak, al norte poniente de Tuxtla Gutiérrez, básicamente en la Prolongación de la Quinta Poniente, esquina con la Avenida Amapola.
En el lugar, Eugenio Gutiérrez Velasco de unos 53 años, fue atendido por agentes de Protección Civil Municipal, luego de presentar una lesión de unos nueve centímetros en la mejilla de lado izquierda.
El lesionado, por su gravedad fue llevado a la Cruz roja, pero no lo quisieron recibir, por lo mismo. Por ello el lugar adecuado parecía ser el hospital Regional de la Ciudad, pero este nosocomio al enterarse que el lesionado era un alcohólico realizó la faena conocida desde hace años. Decir que no había cupo y negar el servicio.
Pero la necesidad de atención fue tal que el lesionado finalmente fue ingresado.
Del hecho se sabe que, Eugenio estaba sentado compartiendo una botella de aguardiente con otros enfermos igual que él, no obstante, de pronto, él intentó ahuyentar un perro, pero éste se le lanzó encima mordiéndole el cachete.
Debido a que la mordedura del perro callejero podría causarle una infección en el cachete, médicos del Regional le harían dos puntadas y dejarían un drenaje, posteriormente le harían una cirugía, comentaron los agentes.
